Por Verónica Franco
Después de años intentando informarnos a hurtadillas de una de las facetas más importantes y fundamentales del comportamiento humano, atravesando las capas y capas de la censura impuesta por la cultura y la religión, parece que en los últimos años estamos asistiendo a una especie de destape informativo con respecto a la sexualidad humana. Estudios más o menos científicos (en esta gama caben desde investigaciones completísimas a meras publicaciones rosa), películas, series, libros, congresos, conferencias, artículos, todo parece confluir en estos tiempos para que al fin tengamos de donde agarrarnos o a quién citar cuando también nosotros queramos plegarnos a ese nuevo deporte del mundo occidental: hablar, sin tapujos, de sexo.
Y por supuesto, la fuente por excelencia de información acerca de cualquier cosa, pero sobre todo de sexo, es Internet. Y a Internet se remitieron Ogi Ogas y Sai Gaddam, dos jóvenes neurocientíficos de la Universidad de Boston, autores de A Billion Wicked Thoughts, un estudio al que catalogan como “el más grande acerca de la sexualidad humana”. Grandilocuencias aparte, al saber los datos consultados, sobre todo la cantidad de búsquedas analizadas (cien millones), no podemos más que darles la razón. La investigación abarca páginas porno, vídeos eróticos, novelas rosa digitalizadas, anuncios personales y el contenido de diversas páginas web. Ogas y Gaddam afirman sin temor a equivocarse que Internet no miente y que hay una gran diferencia entre lo que decimos que nos gusta y lo que en verdad buscamos a solas y amparados por el anonimato de la red…
Como crítica eterna: el estudio recaba muchos más datos sobre el comportamiento sexual de los hombres que sobre el de las mujeres, tal vez porque estas aún son un poco más discretas y sus búsquedas son algo más recónditas y personales que las de ellos.
A la mayoría de los hombres les gustan las mujeres maduras, más que las jovencitasAlgunas conclusiones son sorprendentes y otras las venimos sospechando desde hace tiempo. Para muestra:
• ¿Creías que a los hombres heterosexuales mayormente les interesaban las jovencitas? Pues no. Si bien “jovencitas” es una de las palabras clave más buscadas, el estudio ha dejado claro que a un número más grande del que se podría pensar también les atraen las mujeres de edad avanzada. Y, sobre todo, sorprende la cantidad de visitas a sitios de transexuales.
A los hombres heterosexuales les fascina los penes de sus congéneres• Los hombres gays y los heterosexuales gustan de las mismas partes del cuerpo. Por orden de preferencia: pechos, glúteos, pies. Y, a propósito del pie femenino y del fetiche relacionado con él, el que tiene muchos más adeptos de lo que creeríamos: los investigadores concluyen que tiene una base biológica. En efecto, los pies pequeños están relacionados con una mayor producción de estrógenos.
• Una excelente noticia para las mujeres no escuálidas y un buen argumento en contra del histérico deseo de verse delgada: la mayoría de los hombres heterosexuales prefiere a las mujeres de complexión más gruesa que los cánones de belleza impuestos por la industria de la moda.
• A las mujeres les gusta ver las relaciones entre dos hombres. Sobre todo cuando implican romance, pero no solamente. El sexo explícito entre ellos también les pone y tienden a ser mucho más comprensivas y abiertas que los hombres cuando se trata de estos temas.
• A los hombres heterosexuales les fascinan (por no decir obsesionan) los penes de sus congéneres. A menudo observan, buscan datos e información en páginas web o foros sobre los siguientes temas: el tamaño, el rendimiento, la forma, etc.
• Los hombres son más propensos a tener fantasías de sexo grupal que las mujeres. Lo curioso, lo muy curioso, es que en ellas ponen en escena a más hombres que a mujeres (¿por qué? Es una pregunta que me encantaría que alguien contestara).
• Los hombres heterosexuales prefieren el porno amateur en Internet, más que las páginas profesionales dedicadas al tema. Y, aunque la etiqueta de amateur suele disfrazar un porno profesional que interpreta uno espontáneo, está claro que la sensación de realidad es lo que los excita y los motiva.
• Atención amantes del BDSM: vuestras preferencias no son nada –pero nada- extrañas. De hecho, es uno de los comportamientos sexuales que más interés generan en Internet. Y ya sabemos que la red, más que un reflejo de la vida real es el escenario donde se destapan los verdaderos deseos. Sobre todo, la dominación y la sumisión son uno de los aspectos preferidos compartidos casi con igual pasión por mujeres heterosexuales y hombres homosexuales.
• Capítulo aparte merecería el fenómeno MILF (Mother I Would Like to Fuck y asumo que la traducción no es necesaria) y las millones de búsquedas que genera cada día de parte de un ejército de hombres en busca del arquetipo de la diosa madre. Porque ¿a qué no sabes cuál es el término más buscado en PornHub (uno de los mayores portales porno de Internet)? ¿Apuestas? Seguro que cuando lo sepas –sobre todo si no eres hombre- te quedarás de una pieza. La palabra que pone a arder los buscadores es “mamá”. Después de conocer este dato, ten la sensatez de no renegar más de Freud.
retrieved from: http://canariasgrafica.es/2013/12/10/lo-de-verdad-nos-pone-sexualmente-la-red-miente/
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