Friday, September 6, 2013

Night Work May Shift PSA Level Higher

Men engaged in shift work, including working at night or on a rotating schedule, had an increased likelihood of having an elevated prostate-specific antigen (PSA) value, according to new American research.
Specifically, there was a statistically significant association between current shift work and an elevated PSA of 4.0 ng/mL or greater. The study is based on data from the National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES).
"Our findings are consistent with prior reports that suggest shiftwork is a risk factor for prostate cancer and extend these findings by demonstrating that PSA level is elevated among shiftworkers compared to nonshiftworkers," write the authors, led by Erin Flynn-Evans, PhD, of the Brigham and Women's Hospital in Boston, Massachusetts.
The study was published online August 13 in the Journal of the National Cancer Institute.
The authors acknowledge that the study may be a red herring because shift work might be a risk factor for prostatitis or benign prostatic hyperplasia, the 2 other conditions associated with elevated PSA.
However, there is enough evidence tying shift work and cancer that the World Health Organization categorized shift work (with circadian disruption) as a "probable carcinogen," the authors point out.
Indeed, men working at night had approximately double the risk of those who did not work the nightshift for a variety of malignancies, including prostate cancer, according to a 2012 Canadian case-control study. Much of the previous work on the link between cancer and nightshifts has focused on breast cancer; there has even been compensation awarded to flight attendants in Europe. Recently, a study demonstrated a possible link between nightshift work and ovarian cancer.
Approximately 25% of the US population either punches the clock at night or is on rotating shifts; so this issue, including its possible relation to developing prostate cancer, deserves research, the current study authors say.
The new study prompted a pair of experts to muse about a "more precise and holistic approach to prostate cancer screening" in an accompanying editorial.
Age, race, and family history are in need of supplementation as predictive factors, write Eric Singer, MD, and Robert DiPaola, MD, of the Rutgers Cancer Institute of New Jersey in New Brunswick.
The pair say that if other research confirmed the link between shift work and PSA level as well as prostate cancer, then circadian rhythms could join other potential risk factors such as lifestyle (eg, exercise), nutrition (eg, diet content and caloric intake), and other medical conditions in a "more nuanced" predictive nomogram.
In the meantime, the new study has "again reminded us that we do not fully understand many of the components that may influence a man's PSA level," they write.
Two and a Half Times the Risk
NHANES, which provides a representative sample of adult, noninstitutionalized American men, is a "unique vehicle" for the new study, say the editorialists, because both occupational and PSA information are available for analysis.
The study authors accessed 3 years of data (ranging from 2005 - 2010 surveys) and found a total of 2017 men (aged 40 - 65 years) having a current PSA test result and no history of cancer.
Out of that group, which included a mix of men working regular jobs and those doing shift work, 3% of the men had a total PSA level of 4.0 ng/mL or greater.
Learn more about a treatment option for managing the two most common symptoms in patients with carcinoid tumors.
Information from Industry
A PSA result of 4.0 ng/mL or greater was considered elevated because this value has historically been used as the clinical threshold for screening, explain the authors.
The age-adjusted odds ratio for having a total PSA result of 4.0 ng/mL or greater among shift workers compared with non–shift workers was 2.48 (95% confidence interval [CI] = 1.08 - 5.70; P = .03).
However, the researchers did a further analysis because there were some differences between the group of shift workers and the group of non–shift workers, including health insurance coverage.
When they analyzed the data in a multivariable model (adjusted for age, body mass index, race/ethnicity, health insurance, average hours of sleep per night, and months on the current job), the odds ratio increased slightly to 2.62 [95% CI = 1.16 - 5.95; P = .02]).
The study was supported by a postdoctoral fellowship from the Harvard Medical School Division of Sleep Medicine Training Program in Sleep, Circadian and Respiratory Neurobiology. The authors and editorialists have disclosed no relevant financial relationships.

Wednesday, September 4, 2013

LOS VIDEOS JUEGOS REJUVENECEN EL CEREBRO


Día 04/09/2013 - 19.11h

Mejoran la capacidad de hacer varias cosas a la vez, la memoria de trabajo y la atención, que empeoran con la edad, según una investigación publicada en «Nature»

Nature
Una de las participantes en el estudio de la Universidad de Californa
“Poca gente piensa que los juegos de acción, cuyo objetivo principal es eliminar a los enemigos antes de que ellos te aniquilen, pueden actuar como potenciadores del cerebro”, explicaba Dapnne Bavelier, especialista en neurociencia cognitiva de la Universidad de Ginebra, en el Congreso de la Sociedad Europea de Neurociencia celebrado en julio del año pasado en Barcelona ante más de 7000 neurocientíficos de todo el mundo.
En febrero de este año Bavelier firmaba un comentario en “Nature” en el que señalaba que los neurocientíficos deberían ayudar a desarrollar videojuegos que impulsen la función cerebral y mejoraren el bienestar. Y eso es precisamente lo que acaba de hacer un equipo de investigadores de la Universidad de California, en San Francisco (UCSF), dirigidos por el profesor asociado de Neurología, psiquiatría y fisiología Adam Gazzaley: diseñar un videojuego en 3D capaz de mejorar el rendimiento cognitivo en los mayores. Ni que decir tiene que el video juego, que Gazzley, su creador, califica de tercera generación, ya está pendiente de obtener una patente.
Y es que pasar unas cuantas horas ante la pantalla del ordenador intentando conducir a toda velocidad un coche de carreras permite entrenar la atención y las habilidades cognitivas, sensoriales y espaciales. Esto se había visto ya entre los más jóvenes, y Bavelier apuntaba la posibilidad de utilizar los videojuegos para mantener en forma el cerebro de las personas de más edad, ya que aumentan la plasticidad de nuestro órgano rector al menos entre los más jóvenes. Y ahora los investigadores de California dejan claro que incluso durante la vejez el cerebro es mucho más plástico de lo que se pensaba. De hecho, el cerebro entrenado con este videojuego especialmente diseñado para adultos sanos puede mejorar sus capacidades cognitivas y, sorprendentemente, superar llegan a superar a los veinteañeros que se enfrenta por primera vez a él.
Adam Gazzaley, Joaquin A. Anguera y sus colegas de California pusieron a prueba a un grupo de adultos con edades comprendidas entre 60 y 85 años, con este juego de conducción especialmente diseñado, llamado NeuroRacer. A los participantes se les pidió que entrenaran una hora al día, tres veces por semana durante un mes. En total, doce horas. Los resultados mostraron que sorprendentemente alcanzaron niveles de rendimiento superiores a los veinteañeros no entrenados y que esos beneficios cognitivos persistían al menos durante seis meses después del entrenamiento. Y no sólo mejoraron en su capacidad multitarea, es decir, de hacer varias cosas a la vez (conducir y apretar un botón cuando aparecía una determinada señal), sino que mejoraron en dos otras importantes áreas cognitivas: la memoria de trabajo y la atención sostenida, no entrenadas específicamente con el videojuego.

Neurofitness

Según los autores, su investigación proporciona una base científica al campo en auge del entrenamiento cerebral, o neurofitness, que estaba bajo sospecha por la falta de evidencias de que ese entrenamiento pudiera inducir cambios duraderos y significativos en el cerebro de las personas mayores..
En el videojuego desarrollado por los investigadores de la UCSF, los participantes conducían un coche de carreras por un sinuoso circuito mientras aparecían de repente señales de tráfico. Los conductores habían sido instruidos para estar pendientes de una señal concreta, ignorando todas las demás, y tenían que presionar un botón cada vez que la veían. La necesidad de cambiar rápidamente de la conducción a responder a las señales –un ejemplo de multitarea– genera interferencias en el cerebro que merman la adecuada ejecución. Y como vieron los investigadores, la acción negativa de estas interferencias aumenta dramáticamente con la edad.
Pero el cerebro de los participantes, a pesar de que algunos habían cumplido los 85, enseguida respondió al entrenamiento: sólo 12 horas con el juego, repartidas en un mes, bastaron para que los participantes del estudio (de 60 a 85 años) mejoraran su habilidad hasta el punto de sobrepasar a los veinteañeros que utilizaban este videojuego por primera vez.

Rejuevenecimiento cerebral

“Es alentador que incluso pocas horas de entrenamiento cerebral puede revertir el declive cognitivo asociado a la edad, resalta Gazzley, que cree haber encontrado un posible mecanismo que puede explica la mejoría observada en los participantes mayores y por qué estas ganancias transfirieron a otras áreas cognitivas. Los Registros de electroencefalograma (EEG) mostraban cambios en una red neuronal involucrada en el control cognitivo, necesario para lograr objetivos.
Los científicos tuvieron en cuenta marcadores neuronales bien establecidos de control cognitivo, como las ondas teta de la línea media frontal, que se han asociado con muchos de los procesos que nos permitan lograr objetivos. A medida que los conductores mayores se volvían más expertos en los desafíos multitarea del NeuroRacer, sus cerebros ajustaban esta red neuronal de control cognitivo y su actividad cerebral comenzó a parecerse a la de los adultos jóvenes.
“El entrenamiento mejora la capacidad de permanecer centrados de forma activa en una tarea durante un largo periodo de tiempo" señala Joaquin A. Anguera, primer autor del trabajo. De hecho, los investigadores encontraron que los cambios inducidos por el entrenamiento en esta red neuronal predijeron cómo responderían los participantes en otra prueba, llamada Test de Variables de Atención (TOVA), que mide la atención sostenida y se utiliza por ejemplo, para evaluar la respuesta al tratamiento en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Gazzaley cree que estos resultados “apuntan hacia una base neuronal común de control cognitivo que se ve reforzada por las condiciones difíciles y alta interferencia del videojuego Neuroracer, y esto podría explicar cómo un coche de carreras en 3D puede mejorar algo tan aparentemente no relacionados como la memoria de trabajo”. Si se corroboran estas investigaciones, el uso de videojuegos como este podrían aplicarse en trastornos como la hiperactividad, la depresión y la demencia, que también se asocian con déficits en el control cognitivo

Saturday, August 31, 2013

IMPORTANTE PISTA PARA TRATAR PERDIDA DE MEMORIA

Hallan una importante pista para tratar la pérdida de memoria asociada a la edad
Día 29/08/2013 - 05.35h

Un equipo liderado por el Nobel Kandel demuestra por primera vez que la dificultad para recordar al envejecer no se relaciona con la enfermedad de Alzheimer y es reversible en ratones

Hallan una importante pista para tratar la pérdida de memoria asociada a la edad
Tamily Weissman y Jeff Lichtman
Hipocampo de un ratón. Aparece en morado y tiene forma de pastel "brazo de gitano"
Un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia ha descubierto la principal molécula implicada en la pérdida de memoria asociada a la edad, que además permite confirmar de manera “irrefutable” que este declive asociado a los años no está relacionado con la enfermedad de Alzheimer, como asegura el Nobel Erik Kandel, que lidera la investigación y que ya fue laureado en 2000 por sus descubrimientos sobre la memoria en el caracol marino Aplysia.
El hallazgo se ha llevado a cabo estudiando muestras de cerebro humano procedentes de un banco de tejido de ocho personas sanas con edades comprendidas entre los 33 y los 88 años. En el análisis encontraron 17 genes candidatos que podían estar relacionados con la pérdida de memoria. Aunque los cambios más significativos asociados con la edad se producían en la proteína RbAp48, localizada específicamente el giro dentado, una región con forma de boomerang que forma parte del hipocampo, la estructura relacionada con el aprendizaje y la memoria. Esta proteína se reducía a la mitad en las muestras de cerebros pertenecientes a los pacientes de mayor edad.

Prometedoras expectativas

Según explica el primer autor del trabajo, Elias Pavlopoulus, se plantearon que si esta proteína era determinante en la pérdida de memoria a medida que envejecemos, como parecía por su reducción en el tiempo, y la inactivaban en ratones jóvenes, estos se volverían olvidadizos. Y así ocurrió. Pero lo más asombroso, asegura Pavlopoulus, fue que al incrementar la proteína en el cerebro de ratones añosos, estos recuperaron su memoria que empezó a funcionar al mismo nivel que en los ratones más jóvenes. Lo que constituye una prueba de que podría ser reversible con el tratamiento adecuado, y abre prometedoras expectativas en la localización de dianas terapéuticas que puedan combatir la disminución de la memoria con el paso de los años.
El estudio fue diseñado específicamente para buscar evidencias moleculares directas de que los olvidos asociados a la edad no están relacionados con el desarrollo de la enfermedad de Alzhéimer. Se sabía de antemano que la pérdida de memoria al envejecer afectaba a al giro dentado, mientras que la enfermedad de Alzheimer afecta a la corteza entorrinal, una estructura cercana al hipocampo pero diferente.
“El hecho de que hayamos sido capaces de revertir la pérdida de memoria asociada a la edad en ratones es muy alentador”, destaca Kandel. “Por supuesto es posible que otros cambios en el giro dentado contribuyan a esta pérdida, pero como mínimo nuestro trabajo demuestra que esta proteína es el principal factor implicado y que se debe a un cambio funcional en algún tipo de neuronas. Y a diferencia de lo que ocurre en el Alzheimer no hay una pérdida significativa de neuronas”, aclara.

Sunday, August 18, 2013

LA FDA REFUERZA LA ADVERTENCIA DE NEUROPATÍAS POR FLUOROQUINOLONAS



La Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU.  (FDA) ha anunciado  que los antibióticos de Fluoroquinolonas por vía oral o por inyección plantean el riesgo de neuropatía periférica permanente, un riesgo que aparecerá en las etiquetas actualizadas de los medicamentos.
Hay 6 medicamentos de Fluoroquinolonas aprobados por la FDA en el mercado: ciprofloxacina, gemifloxacina, levofloxacina, moxifloxacina, norfloxacino y ofloxacino. En 2011, 23 millones de pacientes recibieron una receta para medicamentos de Fluoroquinolonas orales en farmacias minoristas ambulatorias; alrededor de 3,8 millones de pacientes hospitalizados se facturan para las versiones inyectables de estos fármacos.
Las Fluoroquinolonas tópicas, aplicados a los ojos o los oídos, no se sabe que tienen el riesgo de neuropatía periférica, según la FDA.
La FDA agregó la posibilidad de neuropatía periférica en las etiquetas de las Fluoroquinolonas orales e inyectables en 2004. La agencia dijo que ha seguido recibiendo informes de este evento adverso desde entonces. Una revisión reciente de los casos con el resultado de la discapacidad en el Adverse Event Reporting System FDA a partir del 1 de enero de 2003 al 1 de agosto de 2012, mostró que la aparición de la neuropatía periférica después del inicio de la terapia con Fluoroquinolonas fue rápida, a menudo dentro de los primeros días, declaro la FDA. Algunos pacientes que habían dejado de tomar el medicamento continuaron experimentando síntomas de daño del nervio durante más de un año.

La agencia aconseja a los médicos a poner a los pacientes que reciben un medicamento de Fluoroquinolonas, en otra clase de antibióticos si se desarrollan síntomas de la neuropatía periférica, a menos que el médico considera que los beneficios del tratamiento con Fluoroquinolonas son mayores que los riesgos.

Más información sobre este anuncio está disponible en el sitio web de la FDA.
Para reportar problemas con Fluoroquinolonas, contacto MedWatch, información de seguridad de la FDA y el programa de eventos adversos, por teléfono al 1-800-FDA-1088, por fax al 1-800-FDA-0178; en línea en https://www.accessdata .fda.gov / scripts / MedWatch / medwatch-online.htm, con franqueo pagado formulario FDA 3500, disponible en http://www.fda.gov/MedWatch/getforms.htm, o por correo a MedWatch, 5600 Fishers Lane , Rockville, Maryland 20852-9787.